miércoles 24 de mayo de 2023

Almizclera o relojes

La almizclera es un planta anual, de fuerte olor a almizcle, con una altura que varía dependiendo de las condiciones del terreno donde se encuentre, de forma que en una zona lluviosa y de tierra fértil puede alcanzar una altura mucho mayor que si se encuentra en terrenos secos.

Los tallos, de hasta 80 cm, crecen erguidos y se encuentran divididos en numerosas ramas recubiertas de vello. Sus hojas son compuestas, con folíolos dentados, ovados ó lobulados, generalmente reunidas en una roseta basal; son hojas relativamente grandes pues pueden superar los 20 cm de longitud.

Las flores nacen en el extremo de un rabillo que las une a las rama y normalmente se encuentran agrupadas en ramos de 5-12 flores. Son de color morado o violeta y están formadas por cinco sépalos y cinco pétalos a menudo caídos ya al mediodía. Florece en primavera y verano.

El fruto presenta pelos marrones ó blancos con un pico de hasta 4,5 cm.

Su distribución es Mediterránea. Habita en terrenos cultivados, zonas baldías, y en terrenos arenosos generalmente cerca del mar en el sur y oeste de Europa.

Las partes más utilizadas de esta planta son las hojas y los tallos y se pueden recolectar en cualquier época, aunque siempre es conveniente que coincida con la época de floración ya que es cuando se encuentran más activos los componentes de la planta. Una vez recolectadas, las hojas se ponen a secar al sol y se almacenan en un lugar sombrío y sin humedad de forma que conserven sus propiedades durante más tiempo.

Esta planta, tomada en infusión, tiene propiedades astringentes y diuréticas aunque con efectos más débiles. También se puede preparar con ella un emplasto que utiliza para limpiar llagas y heridas.

Hoy en día está comprobado que sus efectos son bastante moderados y que es conveniente sustituir esta planta, siempre que sea posible, por otras más eficaces. En medicina se usa muy poco y está incluida en muy pocos preparados farmacéuticos.