El aladierno es un árbol o arbusto perennifolio que mide hasta 5 m. Es erecto o postrado con ramas no espinosas.

El tronco es liso y gris en los ejemplares jóvenes, pero en los adultos se agrieta y recuerda al de la encina. Las hojas son coriáceas, persistentes, simples y alternas, lo que lo diferencia del labiérnago prieto (Phillyrea latifolia), que tiene las hojas opuestas y con el que se puede confundir por su ecología, aspecto general, forma de las hojas y frutos.

Sus hojas son alternas, persistentes, de lanceoladas a ovadas, enteras o dentadas, pecioladas, glabras (sin pelo), coriáceas (recias, pero algo flexibles) y brillantes.

Las flores crecen en inflorescencias con forma de pequeño racimo de 3 a 15 flores. Tienen 5 pétalos con apariencia de sépalos de color amarillo verdoso. Florece de enero a abril.

El fruto es una drupa globosa, al principio rojiza pero más tarde casi negra, que contiene 2 o 3 huesecillos. Es muy apreciado por las aves.

Se encuentra formando parte de matorrales, bosques y bosquetes de plantas similares con hojas coriáceas, en orlas y claros de encinar, quejigar, coscojar, pinar, setos, repisas y fisuras de roquedo, pedregales, fondos de barranco, arenales costeros, en sustrato calizo o silíceo, de los 50 a los 1100 m de altitud.

Su distribución es mediterránea. En la península Ibérica, es común en la mitad este, mitad sur y el norte, además de en las islas Baleares.

La madera es pesada, dura y homogénea, buena para tornería y ebanistería. Se empleó para la fabricación de objetos o utensilios pequeños, como mangos de herramientas, y antiguamente de ella se obtenía un apreciado carbón para la fabricación de la pólvora.

Su corteza y los frutos son purgantes por la presencia de sustancias como la alaterina, pero hay que usarlos con precaución porque pueden producir intoxicaciones. Además, la presencia de taninos en ramas y hojas ha hecho que se utilicen como astringentes en medicina popular usándose en gargarismos (como un colutorio) contra procesos inflamatorios bucales y faríngeos. La corteza también se ha usado para teñir de castaño o amarillo.

La presencia de estos taninos ha provocado que haya sido empleada en curtiduría por su capacidad de cambiar el color de los curtidos.

Por otro lado, es una especie interesante como ornamental de la que se crían diversas variedades y que soporta bien la poda.